El domingo 15 de noviembre, se celebró la Eucaristía en el Templo Don Bosco, con la particularidad de tener una asamblea presencial, además de tener la virtual a través de la conexión on line. Como nuestra comuna se encuentra en fase 3, el aforo permitido en lugares cerrados de culto es de 50 personas. Eso ayudó a que nuestro templo pudiera abrir sus puertas y acoger a los fieles católicos, previamente inscritos, que deseaban volver a encontrarse con el Señor directamente en la comunión eucarística.

Temprano llegaron los responsables de la logística de la celebración, así como los primeros fieles. Todos con sus mascarillas, se les hizo control de temperatura al ingreso y se les dio una dosis de alcohol gel. Los asientos del templo estaban debidamente colocados, con la distancia indicada, donde las personas se ubicaron y se mantuvieron allí, hasta el momento de la comunión. Ahí se ordenaron, distanciadamente, en la fila para hacer la comunión.

Según las indicaciones de la Iglesia de Chile, no se debe recibir la comunión en la boca sino en la mano. A su vez, en el momento de la paz sólo se puede hacer un gesto al hermano que está al lado. Todo transcurrió sin mayor dificultad y siguiendo la normativa.

La liturgia se pudo realizar con todos los momentos que corresponden. En la Palabra de Dios, las lecturas fueron un aliciente para poder vivir la vida con alegría, servicio y trabajo. Mientras se espera la vuelta del Señor, los cristianos deben seguir siendo los primeros trabajadores del Reino, con su ejemplo y su dedicación. Cada persona tiene talentos que trabajar y aportar. Esa es la tarea y el desafío.

Se aprovechó de rezar por todas las necesidades de la comunidad y de todos los necesitados.