En emotivas ceremonias que se realizaron los días martes 27 y miércoles 28 de agosto, 194 egresados del Colegio Técnico Industrial Don Bosco Antofagasta recibieron su título, que los acredita como nuevos profesionales técnicos del área TP. De un total de 199 estudiantes, 189 de la generación 2023 y cinco alumnos de años anteriores, se suman al capital humano de la macrozona norte, aportando sus conocimientos y habilidades al desarrollo de la región.
En su discurso, el director de la AIA, Sr. Lucas Martinich Heinrich, destacó la importancia de esta nueva generación de técnicos certificados para la industria local. “Estamos convencidos de que serán un gran aporte para nuestra región como capital humano calificado, comprometido y local, poniendo sus conocimientos al servicio de la industria. Los animamos a seguir construyendo su proyecto de vida, para desarrollar sus talentos, que contribuyan a formar una sociedad más justa y equitativa, en la cual ustedes están llamados a ser faros de luz para quienes le rodean”.
Por su parte, el rector Héctor Ramírez Araya enfatizó la trascendencia de los valores salesianos en la formación de estos jóvenes, quienes no solo son excelentes técnicos, sino también ciudadanos comprometidos con su entorno. “El lema "Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos", ha guiado nuestra misión educativa y es un principio que los animo a llevar consigo en cada paso que den. No sólo implica un compromiso con valores y principios éticos, sino también con el bienestar de la comunidad y el desarrollo personal continuo. Ahora que ingresarán al mundo laboral, sepan que el camino que tienen por delante estará lleno de oportunidades, pero también de retos.
A lo que añadió finalmente: “Cada uno de ustedes ha adquirido no solamente conocimientos técnicos y habilidades, sino también una capacidad de adaptación y una fortaleza interior que les servirá para enfrentar cualquier situación que se les presente. Utilicen no sólo las competencias que han desarrollado para enfrentar la industria 4.0, sino también el espíritu de solidaridad, perseverancia y responsabilidad que caracteriza a nuestra comunidad salesiana”.