Continuando con la animación que lleva a cabo anualmente en cada obra salesiana a lo largo de todo el país, y en el marco de su visita a la región de Antofagasta, el Padre Carlo Lira Airola, sdb, se reunió con distintos actores de la CEP del Colegio en el Encuentro Pastoral 2022, que se realizó en el salón de reuniones San Juan Pablo Segundo el martes 26 de abril.

En la reunión, que contó también con la presencia del Padre Director, Juan Bustamante Zamorano, el Padre Carlo Lira pudo informarse en detalle de la realidad y actualidad del quehacer pastoral de los distintos grupos y comunidades que integran la comunidad educativa en un ameno y distendido diálogo.

“Estoy muy contento de lo vivido estos días en la casa salesiana de Antofagasta. Celebrar los 20 años de vida junto con ustedes ha sido una gracia de Dios. Creo que nuestra presencia es muy significativa en la sociedad y en la Iglesia de Antofagasta, ha logrado generar un verdadero impacto de transformación en la vida de muchos jóvenes y sus familias, incluso en el entorno, prueba de ello es la alta estima que se le tiene a nuestro establecimiento en todos los sectores de la ciudad, y, sobre todo, los numerosos exalumnos que dan testimonio de cómo su paso por el Colegio Don Bosco de Antofagasta les permitió cambiar significativamente su calidad de vida. La alianza virtuosa entre los distintos actores que confluyen en este proyecto educativo pastoral, ha permitido y permite vislumbrar un futuro auspicioso, queremos seguir formando "Buenos cristianos y honestos ciudadanos", que sean verdaderamente una contribución en el contexto sociocultural de esta importante ciudad de Chile”, comentó el Superior Provincial de los Salesianos.

Asimismo, el Padre Inspector quiso hacer un llamado y dejar un mensaje a todos quienes integran la Familia Salesiana y la pastoral asociativa a nivel local:

“Cuidemos nuestra identidad, ahí está la riqueza y la fuerza que nos ha hecho ser significativos. Toda obra salesiana tiene cuatro rasgos fundamentales que le permiten reconocerse genuinamente como una presencia viva del carisma heredado de San Juan Bosco, a saber:

Ser una casa que acoge. Es decir, vivir el espíritu de familia que nos lleva a cuidar los vínculos, las relaciones interpersonales, tratando siempre de poner al centro la persona y el bien común por sobre los intereses individuales. Esto hoy día implica tener atención especial a las necesidades socioemocionales de todos los miembros de la CEP, pero muy especialmente de los jóvenes centro de nuestro proyecto.

Ser una escuela que educa para la vida. Debemos entregar las herramientas de calidad, permitir generar capacidades y destrezas, para que los jóvenes puedan desarrollar todos sus talentos y puedan ser un aporte a sus familias, a la sociedad y a la Iglesia.

Ser una parroquia que evangeliza. Nuestro proyecto educativo es pastoral al mismo tiempo, pues estamos convencidos que Jesús es maestro de vida, y que en Él encontramos no sólo la inspiración y el ejemplo a seguir, sino que la fuerza y compañía para vivir los valores del Reino. Evangelizamos educando y educamos evangelizando en un único proyecto educativo pastoral, por eso es tan importante que las familias que han optado por este proyecto lo asuman como suyo y juntos podamos ayudarnos a vivirlo cotidianamente.

Ser un patio donde encontrarse como amigos. Es el espacio de libertad y de encuentro, el patio es más que un lugar físico, es un ambiente que nos permite entender que no sólo cumplimos roles en torno a una tarea, sino que nos encontramos como personas que sí tienen un propósito una misión compartida "formar buenos cristianos y honestos ciudadanos" pero que no anula la riqueza de cada cual y que va más allá de lo formal.

Para la apoderada e integrante del Encuentro de Mamás en el Espíritu (EME), “la visita del Padre Carlo ha sido muy importante, ya que hemos podido reunirnos con las demás comunidades para compartir experiencias, crecer mucho más como personas y poder ayudar y acompañar a otras madres y apoderadas, a los jóvenes, mucho más en esta situación de pandemia. Con la presencia del Padre Carlo sabemos que no estamos solos. Agradecemos la preocupación por toda la comunidad, el trabajo pastoral y el servicio a los demás”.